miércoles, 15 de junio de 2011

Aveces

Escribir un poema se parece a un orgasmo:
mancha la tinta tanto como el semen,
empreña también más en ocasiones.
Tardes hay, sin embargo,
en las que manoseo las palabras,
muerdo sus senos, y sus piernas ágiles,
les levanto las faldas con mis dedos,
les miro desde abajo,
les hago de lo de siempre
y, pese a todo, ved:
¡no pasa nada!
Lo expresaba muy bien Cesar Vallejo:
"Lo digo y no me corro"
Pero el disimulaba

        Ángel González


jajaja este es un poema que me ha dejado K.O. jajaja lo pongo porque me ha hecho gracia lo que decía Ángel en este fragmento :3

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